Cacerías, violaciones, robos, guerras, asesinatos... En estos últimos días he recibido un bombardeo de noticias horribles que te hacen perder la fe en la humanidad. En este mundo, está claro que existen muchísimas personas cuyas acciones son malas, pero también hay otras que luchan a diario por conseguir un mundo justo, no tienen porqué hacer grandes cosas, pero las pequeñas acciones son las que hacen que todo cambie y que nuestra especie prospere. No quiero hablar sobre cosas negativas porque de ello ya se encargan millones de personas. Es sencillo coger un periódico y en menos de un minuto llenar tu cerebro de datos escalofriantes, poner la televisión y castigar a tus ojos con imágenes abominables, escuchar la radio y ponerte en estado de alerta ante las palabras del interlocutor.
Lo que pretendo es dar un respiro y un halo de esperanza; el sistema quiere que pensemos que todo es malo porque con ello consigue manejarnos, el marketing tiene más que estudiado como el estado de semi-depresión repercute positivamente en el consumo (para el comercio, no para el humano) de echo, nos manejan de manera realmente descarada. Durante las navidades, en nuestra televisión sólo vemos noticias buenas, anuncios de perfumes y de juguetes. Según pasan esos días idílicos que no paran de evocar compras, gasto, consumo... pasamos a otra realidad en la que somos bombardeados con noticias sobre homicidios, maltrato de género, accidentes de coche, cacerías de animales inocentes, tasa de abandono de perros durante las vacaciones, pobreza infantil... ¿curioso verdad?