domingo, 1 de febrero de 2015

Dar las gracias

A menudo olvidamos ser agradecidos con nuestros congéneres y con nuestro entorno en general.

Las prisas, los nervios y la forma automática de vida a la que nos evoca la sociedad actual lleva a olvidar algo esencial, dar las gracias.

Ser agradecidos implica otorgar a la otra parte el respeto que merece. No debemos dar por supuesto que los demás deben mirar por nuestro bienestar porque pensemos que nosotros somos los amos y señores del universo.

Cuando entramos en la Escuela Infantil nos enseñan normas de convivencia básicas que parecen ir olvidándose con el paso del tiempo. A todos nos gustan que nos regalen una sonrisa y todos tenemos la obligación moral de agradecer y valorar absolutamente cada acción dirigida a nuestra persona.

No nos cuesta nada dar las gracias y para el que lo recibe es realmente valioso.
Siempre he pensado que la clase social no se mira por el dinero ni por las pertenencias de una persona, si no por su educación moral.




















El humano, en su tendencia natural tiende a volcarse totalmente en sí mismo sin tan siquiera agradecer todo lo que la naturaleza les ofrece.
Dar las gracias no significa únicamente dirigirlas a otro humano sino a todo lo que lo merece. No soy una hippie de la vida ni por desgracia creyente de alguna religión, pero creo que deberíamos abrir los ojos y admirar todo lo que el universo nos ofrece, amarlo, respetarlo y cuidarlo. Esto empieza por cuidarnos a nosotros mismos, cuidar a los demás y proteger la naturaleza como si fuese nuestra propia madre.

Gracias por vuestra atención :)

No olvides dar las gracias porque de lo contrario algún día ya no tendrás por qué ni a quién darlas.

Soraya R. Oronoz

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