viernes, 23 de enero de 2015

Educación infantil y progreso medioambiental

Como profesional de la educación, he descubierto el cimiento por el cual el planeta está cayendo en la destrucción por parte del ser humano. La cuestión alarmante es, que no educamos a los niños hacia el respeto al medio ambiente.

La sociedad se encarga de enseñarnos desde las edades más tempranas las nociones básicas de los países desarrollados, es decir, consumo, consumo, y más consumo, sin dejarnos reflexionar sobre el daño que causamos en nuestro entorno, también, cabe destacar, que nuestra educación, está basada en el principio egocéntrico de que el ser humano es el "ser supremo" y que todo lo puede hacer y deshacer, infravalorando al resto de seres que habitan en su planeta, llevándolos incluso hasta la extinción.

No es de extrañar que el mundo se esté yendo a la ruina, tanto en problemas ambientales como en
otros aspectos, que no dejan de estar relacionados con este primero como la actual crisis económica.

Los colegios y Escuelas Infantiles se encargan, como en otros artículos mencioné, de hacer pensar a cada niño que él, es el amo y señor del planeta, les enseñan conceptos lógico -matemáticos, de lecto-escritura... pero, el tema de respeto medioambiental, pese a que está recogido en el currículo como contenido transversal, lo dejan bastante de lado.
Solo hay que ver el patio de una escuela, decenas de niños arrancando plantas, flores, matando gusanos, torturando hormigas, espantando palomas... esto, es un tema que a los adultos, parece no importarles. Es cierto, que los niños, aprenden experimentando a través de sus sentidos y de la experiencia directa con el entorno y sus componente, pero, en mi opinión, desde el momento en que arrancan la primera hoja de un árbol, debemos poner en su conocimiento, que ese árbol, es un ser vivo y, que al igual que él, tiene derecho intrínseco a la vida, y tenemos el deber de transmitir el valor de que debemos cuidar y respetar a todo ser con el que compartimos este planeta.




















Os sorprendería escuchar las cosas que dicen los niños en la Escuela Infantil. Los pequeños y jóvenes, por desgracia, cada vez, están más alejados del entorno natural y tienen un menor conocimiento relacionado con el respeto ambiental, derivado en gran parte, a la falta de contacto con la naturaleza y sobre todo, a que los adultos, pensando que hacemos lo mejor para ellos, les ocultamos la dura realidad para que crezcan felices y pensando que las vacas lecheras siempre dan leche y queso y están contentas viviendo en unos extensos campos pastando al Sol (Esto es lo que yo pensaba hasta hace relativamente poco tiempo, fruto de mi educación).

Si los niños supieran de donde viene realmente la carne, lo que ocurre con los terneritos para que podamos bebernos su leche y lo que les hacen a los pececitos para que los podamos comer, os aseguro, que ninguno de ellos se atrevería a tirar un trozo de carne o un vaso de leche a la basura.
Pero esto... es un tema tabú, en el ámbito de la Educación Infantil. Es impensable que un educador pueda explicar a sus alumnos que para que nosotros nos bebamos la leche de vaca, esa vaca es violada, provocando continuos embarazos para que siga produciendo su preciada leche, y que para ello, se separa a los terneritos de la madre nada más nacer y se la explota hasta que no pueden más y son conducidas al matadero para acabar en nuestra deliciosa hamburguesa de restaurante de comida rápida, o... que nos comemos a los cerditos.. sí, sí, aquellos animalitos como los que salen en películas tipo "Babe".
Y digo yo... ¿no estamos cansados de mentiras?, nos mienten desde que nacemos para que colaboremos con la industria alimenticia, textil... anulan toda posibilidad de pensar y de razonar, es un bombardeo constante que anula nuestro raciocinio y la capacidad para decidir.

Yo, como educadora infantil que soy, desde luego, velo por que los niños sepan la realidad, eso sí, claro, siempre, adaptándome a su desarrollo evolutivo, a sus características psico-emocionales y a sus necesidades, pero sin olvidar, que ellos serán los adultos del mañana y los que pueden hacer que el mundo avance adecuadamente.

Me entristece muchísimo cuándo un niño me dice que el huevo o la leche viene de la nevera, que las vacas beben leche, o que los cerditos no se comen... a simple vista, puede ser algo gracioso, pero creerme, es un grave síntoma de retraso medioambiental, que solo desembocará en más y más problemas de sobreexplotación de recursos naturales, en un consumismo exacerbado de productos de origen ganadero, en la contaminación del entorno por su falta de apreciación, o incluso en la pérdida de biodiversidad.

Todo profesional de la educación, madre, padre, abuelo, abuela, hermano, hermana, tutor o tutora legal de un niño o niña... tiene la obligación moral de educarle a través del respeto hacia el medio ambiente y eso, conlleva la necesidad de un cambio de mentalidad, y esto, hay que hacerlo ya. El planeta necesita nuestra ayuda y sin duda, la educación, es el arma más eficaz para proteger y respetar la Tierra y a todos y cada uno de los seres que en ella habitamos.


Soraya R. Oronoz

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