domingo, 19 de septiembre de 2021

Ya nadie compra diarios

En este post, reflexionaremos sobre el fenómeno por el que parece que las personas han dejado de redactar a mano sus pensamientos, sentimientos, emociones y vivencias en papel, y plantearemos algunas de las consecuencias que esto puede comportar en el desarrollo de la propia personalidad. 

¿Cuánto tiempo llevas sin escribir en tu diario? 

Recuerdo que desde siempre he escrito diarios. La maestra me introdujo en esta rutina cuando tenía más o menos 4 años (empecé a escribir muy pequeña), desde entonces, en cada año de mi vida siempre he ido llenando páginas de recuerdos que en cierto modo me han ayudado a entender quién soy, quién era y cómo he llegado a ser la persona que hoy soy.

                                               Mi diario, mi tiempo, mi vida, mi yo real.

No obstante, he observado que de modo paulatino, el número de veces que escribo en el diario personal a mano ha decrecido en los últimos años, es más, justo ayer, acabé el diario que empecé en el año 2013 (madre mía cuánto contenido hay en esas páginas).

Supongo que lo anterior, se debe a que estamos en la era de las prisas, en la que cada vez tenemos más recursos pero menos tiempo, y en la que la tecnología mal utilizada se apodera de nuestras horas. Tal vez sea también, porque compartimos demasiado en Redes Sociales y nos olvidamos de ir construyendo nuestra historia de vida personal y real... 

De igual modo ocurre con los álbumes de fotos, ¿Cuántos años hace que no imprimes tus fotos y las colocas con cariño en un álbum?

El ritual de comprar tu diario o tu álbum, seleccionar el que más te gusta, reflejar tus vivencias en dichas superficies, dejar de lado el "hacer por mostrar" y simplemente hacer por amor, por sentir, y no por obtener un me gusta está quedando obsoleto.

En relación a todo lo escrito anteriormente, simplemente deseo que si lees esto, pienses al respecto. Y es que, ayer fui andando hasta el centro comercial para comprarme un diario nuevo porque el actual está prácticamente acabado (le quedarán dos o tres páginas). Pues, para mi sorpresa ¡No vendían diarios en ningún establecimiento!

Y podrás pensar, bueno, puedes comprarlo en Amazon.... sí, a ver... apaños se pueden hacer; pero al meterme en Amazon, ocurrió lo siguiente:

1. Los diarios son todos de niños (de esos con su candadito, finos y poco útiles para adultos).

2. Si pones diario de escritura para adultos, te aparecen cuadernos para mujeres (sí, sí, literalmente, por lo visto, los hombres no deben escribir diarios, sí, es ironía, esto es muy muy fuerte).

3. Siempre puedes comprarte un cuaderno bonito y escribir ahí (pero pierde un poco la magia).

Como profesora de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad del Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria, F.P e Idiomas, siempre suelo recomendar a los alumnos hacer un proceso de "deconstrucción de la personalidad" para que traten de comprender qué factores externos han repercutido en su actual modo de ser, para que así entiendan que ellos, no son una simple profesión, y que si basan su "yo" en su trabajo, o en determinados roles, están en peligro, pues ¿Qué ocurre cuando por alguna cuestión pierden ese rol?

A continuación, se exponen algunas de las razones por las que un diario personal en papel ayuda en el proceso de construcción identitaria:

a) Es una superficie privada en la que se pueden reflejar todos los miedos, angustias, deseos, sueños, emociones, vivencias, etc. sin miedo a ser juzgados.

b) Sirve para desahogarse en el presente y para conocerse a uno mismo en el futuro, así como para reflexionar sobre el modo en que se ha ido evolucionando.

c) Si se analizan los diarios del "yo pasado" se pueden extraer patrones y se posibilita incluso detectar problemas recurrentes (maltrato psicológico o físico por parte de alguien, tendencias nocivas, etc.)

d) Permite reflexionar sobre las propias pasiones, así como analizar las prioridades de uno mismo.

e) Es el lugar en el que siempre puedes ser tú, sin aparentar, sin "postureos".

f) Permite tener tiempo para uno mismo, para hacer introspección, para detenerse, para en parte, parar el tiempo, porque siempre quedarán las vivencias reflejadas en las páginas como algo presente. 

g) Posibilita construir tu propia cronología, observar qué factores han influido en tu personalidad, que experiencias te han marcado, conocer posibles traumas, identificar personas de tu círculo social que te aportan cuestiones positivas, y de igual modo, las que de modo racional, deberían salir de tu vida. 

h) Es un instrumento que permite fraccionar tu vida en momentos, en épocas, que te enfrenta a amar a tu yo pasado y a comprenderle para llegar a ser quien eres (no quien debes ser).

En adición a todo esto, simplemente quiero dejar presente que los adultos también escribimos diarios (y si no lo hacemos es por ese condicionamiento capitalista del tiempo que nos han inculcado), y que sí, los hombres tienen tanto derecho a escribir diarios como las mujeres (creo que esto da para otro post, porque conecta con el déficit de educación emocional que aún hoy en día existe).

Y, sin ánimo de extenderme demasiado, me voy a comprar mi nuevo diario ahora mismo (aunque tenga que ser un cuaderno).

Ya me contaréis si os habéis decidido a retomar esas páginas olvidadas en tinta azul o negra o si habéis pensado en comenzar por primera vez, o... si tal vez preferís no enfrentaros a vuestro yo real y preferís continuar con vuestro "yo-Red Social".

Soraya Oronoz.