domingo, 14 de octubre de 2018

Patrimonio y educación, cambiando el paradigma

¿Es el patrimonio cultural y natural atractivo para los niños y las niñas? La respuesta es afirmativa, no obstante, los adultos nos empeñamos en dar una imagen aburrida y alejada de la realidad de los mismos, que comporta la falta de interés y de motivación de los más pequeños hacia los museos, los palacios y en general hacia todo lo que percibimos como "actividades culturales"


El pasado 12 de octubre, aprovechando el día festivo me decidí a acudir a visitar el Real Sitio de El Pardo; toda una maravilla a nivel histórico, cultural y por supuesto con un patrimonio natural digno de reseñar. Este Real Sitio en concreto no suele recibir un número de visitas muy elevado, tal como nos indicaban los trabajadores del lugar, pero coincidiendo con que por motivo de la Fiesta Nacional la entrada era gratuita, el número de visitantes era considerablemente alto.

Para mi grata sorpresa al comenzar la visita guiada al Palacio Real de El Pardo comprobé que éramos veinticinco personas y que entre nosotras había nada más y nada menos que cuatro niños y dos niñas ¡toda una oportunidad para enseñarles a amar el patrimonio! En concreto, los pequeños tenían tenían  tres, cuatro, seis, siete y doce años. El resto del grupo eran hombres y mujeres de entre veintiséis y cuarenta años aproximadamente y un matrimonio de más de setenta años. Estos datos nos dan una pequeña idea sobre el público interesado en este tipo de actividades en función del rango de edad.

lunes, 20 de agosto de 2018

El entorno como transmisor de valores

La Educación en Valores es algo un tanto subjetivo y difícil de acotar. Todos los profesionales de la educación y en general la sociedad demanda una enseñanza moral adecuada, pero ¿cómo podemos hacerlo de manera efectiva y significativa?

El entorno por sí mismo es un gran maestro y es que, gracias a él podemos aprender pautas de convivencia adecuada en lo que respecta al respeto por el prójimo, por el medio ambiente, y de modo global por todos los seres que en él habitan.


El inicio de la enseñanza de valores ha de comenzarse bajo la perspectiva Roussoniana de no hacer daño a los demás. El respeto, la tolerancia y el amor han de ser piezas clave en la formación del individuo. El primer paso para tolerar es el respeto y a su vez, el modo de llegar a respetar, radica en el amor. Todos y todas respetamos y toleramos aquello que amamos, eso que sentimos nuestro y que por ende deseamos proteger a toda costa.

Lo primero que el sistema educativo y la comunidad ha de plantearse es aquello que anhela proteger, a partir de ahí, podrá diseñar las estrategias adecuadas para transmitir el amor necesario para que los niños y niñas quieran cuidarlo per se; ya sea el patrimonio, el medio ambiente, los animales, el arte, etc.

martes, 7 de agosto de 2018

La falta de valores como motivo de la agresión al patrimonio

El pasado 6 de agosto los medios de comunicación y las redes sociales hacían eco de una gran agresión al patrimonio en la Catedral de Santiago de Compostela, en la cual, una persona tuvo la nefasta idea de pintar y escribir en una de las columnas de mármol de la fachada sur del templo. 


                                Pintada de la fachada de Platerías de la catedral de Santiago 
                                de Compostela (EFE). Imagen obtenida de El Confidencial

Como ciudadanos no deberíamos plantearnos el cómo de este tipo de actos, ni siquiera el quién, sino el por qué. La falta de Educación en Valores lleva al no respeto por el entorno y en consecuencia a su destrucción. La educación ética, moral y cívica de las personas debería ser una prioridad máxima dentro de nuestro sistema educativo, pero en lugar de dar un gran peso a estas áreas del conocimiento, se dejan de lado y al libre albedrío del criterio del profesor, que puede ser bueno o no tan bueno según lo que  aprobamos como valores prosociales y que se liga de manera inevitable a las creencias políticas, religiosas y morales de los docentes aunque se trate de enmascarar.

martes, 17 de julio de 2018

Conocimiento al servicio de la sociedad. El dilema de la investigación científica en humanidades y Ciencias Sociales






 Ciencias o humanidades. El reto de los humanistas dentro de la investigación científica

¿Cuántas veces a lo largo de la vida se escucha la frase “Eres de Ciencias o de Humanidades”? Hoy hablamos sobre el reto de las humanidades y las Ciencias Sociales con respecto a la investigación científica.

Todo es ciencia

Parece que en la sociedad actual todo debe ser ciencia. Muchas personas piensan que la ciencia es sólo aquello que se traduce de manera cuantitativa, es decir, que se transcribe en números pero ¿es esto cierto? La respuesta es un claro y rotundo no. Todo es ciencia sí, pero no toda la ciencia es numérica. Esto no nos cuesta comprenderlo con ámbitos como la biología o las Ciencias de la Tierra pero somos reticentes a emplear el término ciencia para designar ámbitos de conocimiento como la educación, la historia, etc.

No es empeño de los investigadores especializados en temas de humanidades y ciencias sociales que se reconozca su trabajo como científicos por hacer ver que son de una determinada posición cultural y o social sino que ha de integrarse la diseminación del conocimiento en estos ámbitos como disciplina con rigor y adaptada a una metodología específica encuadrada dentro del método científico.

domingo, 3 de junio de 2018

Presentación de la investigación "Los cuentos infantiles y la transmisión de estereotipos: las creencias limitadoras, caso de La Bella y la Bestia"




El 31 de mayo se presentó la investigación sobre "Los cuentos infantiles y la transmisión de estereotipos: las creencias limitadoras, caso de La bella y la bestia" en el observatorio de ESERP Business School Madrid.

Los autores de esta investigación han sido los siguientes: María Luisa Fanjul, Roberto Morales, José Jiménez, Carmen Bermejo, Alejandro Barceló y María Jesús Cardete, quienes han puesto todo su empeño, sus conocimientos y su profesional al servicio de la diseminación del conocimiento en el campo de las Humanidades y las Ciencias Sociales en coordinación con la Confederación de mujeres en igualdad con el objetivo de reflejar el poder que supone la transmisión de valores a través de los cuentos en las edades más tempranas.

Los cuentos como herramienta de transmisión de valores

Los cuentos son una herramienta de gran valor en la educación, que sin lugar a dudas, conforman parte de nuestra personalidad y de nuestro comportamiento inclusive en la edad adulta. Es por ello, que suponen un arma de doble filo. En muchas ocasiones, el adulto no es consciente de lo que transmite al contar un cuento y es que, con sus palabras lanza mensajes que el niño o la niña irá captando e integrando en su estructura cognitiva. Es aquí, donde nace esta investigación, ¿Son los cuentos tradicionales adecuados a los valores y conductas que queremos que aprendan los muchachos y muchachas en la actualidad?

La investigación en cuestión, surgió gracias a un concurso que convocó la Universidad Autónoma de Madrid sobre igualdad de género y aunque los autores no llegaron a la entrega de la misma a tiempo ya que tenían tan solo veinte días para hacerlo; se metieron en ella tanto, que gracias a su pasión, a su sabiduría y a sus ganas de hacer ver a la sociedad una realidad de la que pocas personas son conscientes, nació esta gran idea insertada en una línea de investigación interesante no sólo para profesionales del sector, si no para todo aquel individuo que forma parte de la sociedad.

martes, 29 de mayo de 2018

Pint of Science, la ciencia al alcance de todos


El 14, 15 y 16 de mayo, se celebró en Madrid el evento cultural Pint of Science, cuya finalidad es acercar la ciencia a todos los colectivos sociales.



Ponencia de Miriam Rodríguez Contreras "El oficio de historiador, entre mito y realidad: Realidades y mitos"
 
El día 16 de mayo, asistimos a la ponencia de Miriam Rodríguez Contreras, doctorando de la Universidad Autónoma de Madrid en el bar 100 Gaviotas, sobre el oficio de historiador, en la que trató de desmontar la creencia popular del rol de arqueólogo como símil indiscutible de Indiana Jones. Con un registro del lenguaje coloquial y cercano, logró hacer reflexionar al público sobre la importancia de las humanidades en la sociedad.
 
Del mismo modo, Miriam Rodríguez, puso énfasis en reflejar que las humanidades son ciencias ya que se basan en un criterio objetivo y que todo profesional que se dedique a ellas, ha de ser imparcial y es que, muchas personas siguen pensando en el oficio de investigador como científico con bata y microscopio, cuando la realidad es, que la investigación puede nacer desde una biblioteca, un despacho, un laboratorio o inclusive desde casa.
 
La búsqueda de la verdad debe ser el principal objetivo de cualquier historiador y en general de todo investigador sea cual fuere su campo de estudio. Es preciso que se empiece a contemplar la figura del investigador de modo más amplio y dejemos de lado los estereotipos, de este modo, se logrará una comunidad científica en la que prime la calidad del contenido sin que existan científicos de primera y científicos de segunda en función de su ámbito de trabajo.
 
Por último, dentro de su ponencia, Miriam expuso la importancia de educar a los más pequeños en conocimientos vinculados a la historia, así como la necesidad de divulgar la historia tanto dentro como fuera del aula en el ámbito académico. Si enseñamos a amar la historia, serán los propios individuos los que quieran conservarla y respeten por ende, tanto el patrimonio material como el inmaterial. Si no se enseña a valorar el patrimonio y a conservarlo desde las edades más tempranas, no se conservará de modo adecuado y se correrá el riesgo de perderlo.

sábado, 17 de marzo de 2018

La magia de los cuentos

Los cuentos son auténticas obras mágicas capaces de transformar realidades, de transportar a mundos de fantasía, de emoción, a parajes insospechados; ayudan a viajar sin apenas moverse, a soñar sin tan siquiera dormirse y sobre todo, hacen de este mundo un lugar  maravilloso.

Desde niña y hasta no hace tantos años, mi madre me leía cuentos en la cama, era nuestro momento especial; un espacio para nosotras, para reír, llorar, imaginar y pensar. El momento en que abro un libro, sigue siendo algo fantástico, se me llena el estómago de mariposas y me pongo nerviosa ante el aroma de las páginas, el tipo de letra y deseo conocer todo lo que esas páginas esconden y que gracias al espectacular trabajo de mis maestros de la escuela y de mi familia soy capaz de decodificar.

No debemos olvidar cuando éramos niños. Sólo recordando nuestra infancia y nuestras emociones seremos capaces de ponernos en la piel de los más pequeños y constatar lo que un cuento significa para ellos. A través de las historietas, de las narraciones, los cómics, la narrativa ilustrada, la poesía y cualquier tipo de literatura infantil propiamente dicha, con ciertos estándares de calidad para ser considerada como tal, los niños y las niñas adquieren nociones indispensables para desarrollarse como seres sociales. A través de la palabra escrita aprendemos normas de convivencia, ejercitamos al cerebro para ayudarle a recrear situaciones y a establecer nuevas sinapsis, pero, quizá lo más importante radica en que con tan sólo un cuento, podemos hacer que el que escucha se sienta querido, importante y feliz.

Contar un cuento no es sólo leerlo; más bien es vivirlo y hacer que el que lo escucha sea capaz de meterse en la historia. El Educador Infantil, el maestro, el padre, hermano, madre, abuelo, tía... que se disponga a contar un cuento, ha de estar dispuesto a crear magia y debe hacerlo antes incluso de abrir la primera ´página.