8 Consejos para elegir tu profesión ideal

No es sencillo elegir la que va a ser nuestra profesión, aquello a lo que en principio nos dedicaremos durante el resto de nuestros días ¿Qué serio no? bueno lo primero que te digo es que si partes de esta idea estás muy equivocado.

Hay personas que tienen una gran vocación desde la infancia y que sus expectativas se cumplen y acaban trabajando de aquello que soñaban desde niños, no obstante esto no es lo más normal, la mayor parte de individuos llegan a los dieciocho años se enfrentan a la matrícula de la universidad o fp y no saben qué hacer con sus vidas, pero te diré una cosa ¡la vocación puede nacer o se puede hacer!

Lo más corriente es dudar, estar indecisos ante lo que nos gusta o no nos gusta y con más frecuencia de la que parece acabamos eligiendo a lo que nos vamos a dedicar al descubrir precisamente lo que no nos gusta.

Tras haberme equivocado en varias ocasiones de carrera profesional considero que actualmente me hallo en el camino correcto en el que soy feliz y me siento autorrealizada pero ¿cómo lograr esto?

1- Ser críticos con nuestra vocación:

Vale, en un momento te interesó una cosa pero ahora sientes que no es lo tuyo, no estás a gusto, estás tenso y en resumen no te sientes bien y sabes que podrías ser más feliz haciendo otra cosa. Esto no es malo, no te sientas culpable, al revés, siéntete agradecido por haberte dado cuenta y ponte manos a la obra.
Si aún estás estudiando y ves que lo que haces "no es lo tuyo" no te obceques, analiza tu vocación, tus intereses y tus virtudes a fin de proporcionar lo mejor de ti mismo a la sociedad ya que no hay que olvidar que la profesión es una actividad para servir a la sociedad y un profesional no motivado o sin vocación no será una buena pieza del puzzle ni para los miembros de su comunidad ni para él mismo.

Si llevas algún tiempo trabajando en esa profesión que ves que no encaja contigo, empieza a buscar aquello que te hace sentir vivo, aquello con lo que disfrutas para conocer tu verdadera vocación. Créeme aunque creas que no, todos tenemos algo para lo que hemos nacido.


2- Tu profesión debe concordar con tu ética de máximos:

La ética de máximos es aquella que designa tu modo de ver la vida y de actuar. Todos debemos cumplir una ética mínima o cívica (no robar, no pegar...) pero cada uno de nosotros tenemos un proyecto vital definido precisamente por nuestra ética máxima.
Si tu profesión choca con tu cosmovisión estarás yendo contra tus propios principios y acabarás medio loco, triste y desmoralizado (eso me pasó a mi cuando estudiaba veterinaria).

Piensa, reflexiona, conócete y valora cuál es la profesión más ética para ti.


3- Salidas profesionales:

Analiza las salidas profesionales de la profesión a la que quieres dedicarte ¿Qué típico no? Es un tópico pero no le falta razón y menos en los tiempos que vivimos. Esto no quiere decir que abandonemos nuestros sueños más fantasiosos y por supuesto no debemos confundir aquello a lo que nos queremos dedicar con lo que nos gusta por que sí. Por ejemplo; una persona que ama la filosofía puede decidir estudiar filosofía y letras aunque no se quiera dedicar a ello, simplemente por el placer que le reporta.


4- Poder, dinero y fama:

La filosofía y la psicología sostienen que los fines externos de cualquier profesión es obtener poder, dinero y fama en el sentido ético de estos términos.

Poder: todos buscamos influir en nuestro entorno de un modo u otro. No significa tener poder en sentido de someter a otros.

Dinero: todo profesional ha de ser correctamente remunerado económicamente para sentirse satisfecho. Ojo, esto no quiere decir que sólo trabajemos por dinero porque eso sería un tremendo error. Tiende a huir de aquello por lo que "trabajarías gratis" porque tiende a ser un hobby y no a lo que en realidad nos queremos dedicar.

Fama: no confundas el término con querer ser famoso. Entendemos éticamente "fama" como valoración y reconocimiento social. El trabajador necesita que la sociedad valore su trabajo porque sólo de ese modo una profesión se torna un modo de vida ético.

Si la profesión que estás considerando cumple estos requisitos tiene toda la pinta de apuntar buenas maneras pero lo más importante es que los fines internos de esa actividad te interesen y quieras dedicarte a ellos, por ejemplo: quiero ser maestro por educar a la sociedad.


5- Tu proyecto de vida:

¿Qué proyecto de vida tienes?, ¿quieres tener hijos pronto?, ¿deseas tener mucho tiempo para viajar?, ¿prefieres trabajar en solitario o con otras personas?, ¿Quieres acudir todos los días a una oficina, a un colegio, trabajar desde casa, ir a un hospital...?

El trabajo no lo es todo y tenemos que saber compaginarlo con nuestra vida, si nos planteamos qué queremos de nuestro paso por este planeta tal vez dilucidemos mejor cuál es nuestro trabajo ideal.


6- Análisis de las propias capacidades:

Todos somos capaces de todo si nos ponemos a ello, no se si es cierto pero eso dicen... pero a ver ¿de verdad quieres eso?, ¿de verdad te merece la pena invertir ese tiempo, ese trabajo o ese dinero en conseguir ese objetivo? si es así ánimo, sino, debes plantearte qué estás dispuesto a dar de ti mismo porque a lo mejor quieres ser médico pero no estás dispuesto a estar estudiando durante mínimo siete años más o no aguantas estar rodeado de personas que van a morir. Tal vez quieres ser químico pero odias los números con lo que tienes dos caminos: aprender a amar los números o ser realista y valorar por qué quieres ser químico ¿es por un reconocimiento social y no por un amor real a la profesión?


7- No temas equivocarte:

Como se suele decir y no en vano, "de los errores se aprende" y esto es cierto. El que no se equivoca no sabe que hay otras cosas que le gustan más. Si has probado una carrera y no te ha gustado, si tu trabajo te hace sacar lo peor de ti... permítete equivocarte, no somos perfectos y la persona que encuentra su camino a la primera es un "bicho raro". Prueba, date el tiempo suficiente para comprender si lo que haces es lo que quieres o no, porque amigo/a la vida es limitada y lo más bonito del mundo es dedicarte a lo que te hace sentir pleno, a aquello con lo que disfrutas de verdad, y si para ello has de caer y levantarte por el camino varias veces, habrá merecido la pena, no lo dudes.


8- Ama lo que haces:

Hagas lo que hagas, te dediques a lo que te dediques ámalo; este es el único modo de conseguir los mejores resultados. Si en el proceso pones todo tu amor en lo que haces, lo que hagas será maravilloso.

No vale con ser un profesional con conocimientos técnicos, también hay que ser un profesional que aplique la ética y el amor en su labor, que analice día a día si sigue sintiendo pasión por lo que hace. Si no lo amas, déjalo.


Espero que este artículo te sirva de ayuda, si te ha gustado o si consideras que puede ser útil para otras personas compártelo.



Soraya R. Oronoz