Pese al gran drama que el Coronavirus está causando, en este artículo indico algunas de las cuestiones positivas que este virus nos puede proporcionar.
Un antiguo refrán indica "Cuando haya sangre por las calles compra tierra". En este caso, como ante cualquier tipo de crisis, es momento de ser inteligentes y sacar partido de la situación para fortalecernos a nivel moral y humano, con la necesaria reflexión sobre nuestros hábitos diarios y el propio proyecto de vida.
¿Te has planteado en qué ha cambiado tu vida el Coronavirus? Tal vez no te hayas dado cuenta, pero es posible que estés más pendiente de tus seres queridos, que te empieces a preocupar por el vecino, que te estés planteando si ese trabajo en el que inviertes tantas horas es realmente tu vocación; que te estés saturando de relaciones líquidas humanas establecidas mediante "Me gusta" en Instagram, frases telegráficas en Twiter, Facebook, WhatsApp, etc. y empieces a valorar más el ver a ese amigo con el que hace tanto tiempo no tomas café,
¿Teletrabajo, cuarentena en casa? Muchas personas en España y en otros países están horrorizadas por tener que quedarse encerradas en casa. Tal vez en este momento, sea cuando el cultivo de la razón, de las vocaciones, de la paciencia, y de las virtudes éticas o del carácter que indicaba Aristóteles (Valentía, templanza, libertad y justicia), junto con las virtudes dianoéticas o intelectuales (saberes técnicos, sabiduría, prudencia e intelecto) sean las que hagan que los individuos puedan autogobernarse y convivir con ellos mismos, porque seamos realistas, hay quienes han olvidado su esencia en una sociedad de prisas e inmediatez.
¿Cuáles son las cuestiones positivas que puede traernos el Coronavirus?
A continuación expongo algunas de las cuestiones que el Coronavirus puede proporcionarnos para el crecimiento personal y de nuestra especie:
1- Unión de fuerzas: cooperación frente a competición.
A continuación expongo algunas de las cuestiones que el Coronavirus puede proporcionarnos para el crecimiento personal y de nuestra especie:
1- Unión de fuerzas: cooperación frente a competición.
En tiempos de crisis como la que estamos viviendo, pueden surgir dos tendencias humanas, la cooperativa o la competitiva. Es aquí donde el trabajo de las rutinas y el establecimiento de hábitos virtuosos harán que los individuos tiendan a comportamientos prosociales o a todo lo contrario.
Si unimos fuerzas para maximizar el bien común y cooperar en estos momentos, no solo ayudaremos al otro, sino a nosotros mismos.
Esta es una de las cuestiones por las que la sociedad debe primar la Educación en Valores desde las edades más tempranas, para que, el sujeto, sea la mejor versión de sí mismo posible en cualquier momento, más aún en situaciones de emergencia como la que nos ocupa.
2- Concienciación sobre hábitos de salud e higiene.
Uno de los temas de la Educación Transversal en Educación Infantil es la educación para la salud. El Coronavirus hará que los más pequeños, y los no tan pequeños tomen conciencia de la importancia de mantener correctos hábitos de salud para protegerse y para proteger al resto, sobre todo a las personas con mayor riesgo para su salud. Cuidarse para cuidar, ¿Suena bien verdad?
3- Reflexión sobre las relaciones humanas.
En una sociedad tecnocientífica como la nuestra, en muchas ocasiones olvidamos la necesidad de mantener relaciones sociales de calidad, ¿Cuánto hace que no ves a tu hermano/a, que no abrazas a tus abuelos, que no charlas con tu amigo, que no comes con tu madre? Facebook, WhatssApp, Linkedin, etc. Están muy bien, pero nada hay como un abrazo, un beso, una caricia, una mirada, una sonrisa.
De igual modo el "uso y consumo" sexual, en el que nada se mira parece que en estos días, con el Coronavirus se está frenando un poco. Esto a su vez se vincula al apartado anterior ¿Besarías a alguien que puede tener Coronavirus o te acostarías con él? Si esto nos sirve para reflexionar sobre nuestra conducta en relación a ello, podemos sacar aspectos muy positivos de cara a evitar el uso y consumo de otros seres con independencia de su género, condición o inclusive especie.
4- Solidaridad y apertura: salida del egocentrismo.
Ante una crisis de tal magnitud como la que estamos viviendo, se ven numerosos ejemplos de personas que se vuelcan en ayudar a otras; desde el personal sanitario, hasta vecinos que llevan la compra a ancianos por riesgo de contagio, hoteles que ceden sus habitaciones para la asistencia a enfermos de Coronavirus, etc. Cuando un acontecimiento como este afecta a la especie a nivel global, empezamos a percibirnos como parte de un "nosotros", y dejamos de lado las posibles diferencias. Ya no son "los otros", somos todos los humanos los que debemos unificar esfuerzos y convertirnos en ciudadanos ejemplares para llevar la situación del modo más eficiente posible.
5- Predisposición al bien.
El Coronavirus, salvo excepciones, está dando lugar a comportamientos orientados al bien. Las familias se preocupan más por sus miembros, la comunidad busca soluciones en lugar de problemas, los sanitarios invierten todos sus recursos en ayudar a los enfermos... Esto nos indica que el humano tiende al bien, aunque no hay que perder de vista, que ello dependerá de los Valores que se transmitan y de la incitación a la calma. Pues nada hay más peligroso que la sensación de pérdida de control, en la que los individuos empiezan a actuar de modo caótico, orientados al vicio y al pensamiento puramente egocéntrico, es decir, mirando solo por sí mismos.
6- Instinto de protección al débil.
Tal vez tengas ganas de ver a tus sobrinos pequeños, a tus abuelos, a tus padres, etc. Pero tu instinto de protección se activa ante la posibilidad de ser portador del Coronavirus. En tal caso, estás actuando sin querer pensando en la protección al más débil, anteponiendo el bienestar de otro al tuyo propio, ¿no sería maravilloso siempre tener esta actitud? Muchas veces, lo que le hace bien al otro pasa por no satisfacer nuestros primeros impulsos. En este caso, el instinto de protección al débil suele salir de modo natural, lo que lleva al fortalecimiento de nuestra voluntado.
7- Focalización de proyectos de vida.
El Coronavirus ha traído la desgracia y la muerte de muchas personas, es innegable que ello es una terrible noticia que nos conmueve a todos, pero además de enfermedad, muerte y crisis, ha traído en muchos casos tiempo (en otros todo lo contrario). Muchas empresas están realizando Expedientes de Regulación Temporal, despidiendo a sus trabajadores y esto, es una verdadera tragedia para gran cantidad de familias. No obstante, mirando el otro lado de la cuestión, es posible que hiciese mucho tiempo que no disponías de tiempo para pensar en tu proyecto de vida ¿Eres feliz, haces lo que te gusta, deseas seguir trabajando en el mismo sitio, estás dedicando el tiempo suficiente a tus seres queridos?
8- Mayor tiempo en familia.
Cuando se visó del cierre de colegios, institutos y universidades las familias se echaban las manos a la cabeza, pues resulta incompatible el cuidado de menores y tener que acudir al puesto laboral. Esto se ha paliado en muchos casos con el teletrabajo, en otros con la angustiosa noticia de la paralización del contrato laboral. Sea como fuere, la realidad es la que es, nos guste o no, y podemos llorar y no hacer nada, o tratar de maximizar la situación y emplear el tiempo (que realmente es lo único valioso en este mundo) en pasar tiempo de calidad junto a los hijos, hermanos, padres, etc.
9- Tiempo para pensar.
Hay quien se ha acostumbrado tanto a automatizar sus actos que se ha olvidado de sus verdaderos gustos y necesidades. Nos levantamos por las mañanas, nos tomamos rápido el café, corremos al tren, al metro, al autobús o esperamos en atascos para fichar a toda prisa, pasar ocho o nueve horas en el trabajo, comer, tomar otro café, volver a casa, cenar y dormir ¿Te suena? ¿Cuánto tiempo hace que no coges un libro, que no escribes poesía, saltas a la comba o haces cualquier otra actividad que no sea la impuesta por tus horarios "de oficina"? El Coronavirus nos recuerda que nuestro tiempo en la vida no es infinito, que es momento de desconectar de innecesidades y de reconectar con nosotros mismos.
10- Saturación del uso tecnológico y pérdida del valor de lo valioso.
Horas de ordenador, de mensajes en Redes Sociales, y en definitiva de dependencia tecnológica ¿No te pasa que cuando te dicen que tendrás que permanecer 15 días en casa te dan más ganas de salir a correr, a tirarte por la hierba, de ver a las personas que quieres y de apartar la vista de las pantallas?
El humano es de lo que no hay... basta ser que le hagan ver que va a perder algo para que lo anhele con más fuerza.
Quizá el Coronavirus ayude a que invirtamos más tiempo en cuestiones de valor, y que perdamos menos tiempo en tareas que en realidad nos alejan de la plena trascendencia y de la felicidad última.
Por su parte, el Coronavirus también nos hace plantearnos el valor de lo que consideramos "valioso" ¿Ante una pandemia qué valor tiene un billete, de qué nos sirve tener 14 pares de zapatos de fiesta incómodos guardados en el armario? Este virus puede hacer que comencemos a reflexionar sobre lo realmente imprescindible en nuestras vidas, que desde luego, en última instancia, lejano está de lo material (siempre que podamos cubrir las necesidades básicas). Salud, refugio, alimentación, amor y tiempo, son cuestiones que el Coronavirus pone en valor hoy más que nunca.
La naturaleza nos recuerda una vez más, que la tecnología ha de ser un medio para lograr el despliegue ético humano, que ha de ser un instrumento para maximizar el bienestar de todas las especies. Es preciso que nos cuestionemos el estilo de vida que en sociedades occidentales (sobre todo) estamos llevando. El Coronavirus, también ha conseguido que el humano agache la cabeza un poco y deje de tener esa visión antropocéntrica y de superioridad frente al resto de especies que le hacen pensarse indestructible.
Excelente escrito - reflexión, razonamiento humano y espiritual. Se da uno cuenta de muchas cosas olvidadas.
ResponderEliminarMe alegra que sirva de reflexión. Hay que tratar de focalizarse siempre en la mejora y ello requiere de la adopción de pautas de pensamiento no orientadas únicamente a una visión negativa de los acontecimientos.
EliminarEl Coronavirus es una triste realidad, pero es una oportunidad para que el humano retorne a la conexión con él mismo y se aleje del antropocentrismo.
Saludos y gracias por comentar.
Me resultas realmente positiva en algunos puntos, pero a día de hoy puntos como el del ego están bien lejos de ser como has dicho. Hoy mismo podías encontrar los pinares de Madrid llenos de gente, tal vez porque querían naturaleza o porque les han pedido que se queden en casa y por supuesto han hecho lo contrario... Me gustaría que fuese así en todo pero veo una realidad muy distinta, el ego de tanta gente cabreada por cierres y yendo en contra de los chinos, haciendo lo que le da la gana quedando con gente... Y por supuesto much@s terminarán con una reflexión de esta experiencia casi nula, sin haber evolucionado lo más mínimo... Espero equivocarme. Psdt me encanta como escribes y destruyes las servilletas de manera ordenada y con amor.
ResponderEliminarBuenos días:
EliminarGracias por tu comentario.
Si educásemos para conducir al humano a la autonomía moral, es decir, para el auto-gobierno de sus propios impulsos, el orden cívico sería mucho mayor.
Un saludo,
Soraya.
Por supuesto, en eso no tengo ninguna duda.
EliminarUn saludo ^^
Un relato muy bueno, hay que creer en el ser humano pero hay mucho trabajo que hacer todavia. Demasiado egoismo, y necesidad de propiedad. Ojala salgamos de esta situacion con reflexion y cambiemos nuestra forma de vivir pensado mas en el proximo que en nosotros mismos. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarEn efecto son este tipo de situaciones las que invitan al humano a la reflexión pausada.
Ojalá sirva para crear una conciencia del nosotros global y nos distancie un poco del pensamiento puramente egocéntrico.
Saludos, y mucha salud.