jueves, 5 de febrero de 2015

Motivación, la clave del éxito

En muchas ocasiones nos sentimos culpables porque algo no nos apetece, no nos gusta o sentimos que no nos llena. Incluso muchas veces, puede pasar que lo que antes nos apasionaba ahora se convierta en algo insulso de lo que no logramos obtener sabor alguno. Esto ocurre cuando lo que denominamos "motivación" se desvanece o simplemente nunca ha existido.

Existen muchísimas definiciones de motivación pero hoy os hablaré de lo que significa para mi esta palabra.

La motivación puede ser algo intrínseco o extrínseco al individuo que se da en todas la especies animales y que tiene como fin la consecución de un objetivo.
El humano se pasa gran parte de su vida reflexionando sobre lo que realmente le motiva y muchos afirman no encontrar nada que les lleve a este estado. Realmente todos tenemos una motivación programada de serie que es la de vivir, y frecuentemente se nos olvida o ni siquiera hemos pensado en ello en algún momento de nuestra existencia.

La motivación lleva al movimiento y al mismo tiempo implica movimiento. En el momento en que venimos al mundo empezamos a recibir información sobre lo que nos debe motivar y sobre lo que no y cuando dejamos un poco atrás la infancia en no pocas ocasiones nos damos cuenta de que lo que pensábamos que era nuestro fin último, en realidad era el objetivo de otras personas que trataron de persuadirnos para vivir una vida que no nos pertenecía.

Estoy convencida de que la motivación es algo innato y que por tanto, todos podemos disfrutar de ella, a veces de un modo más frenético y otras de forma más calmada.















A veces creo que la motivación es algo que nos impulsa a conseguir algo que parece lejano e inalcanzable y que se disipa cuando logramos alcanzarlo. Ojalá el estado motivacional no fuese tan parecido al ejemplo del cazador y la presa y se asemejase más a un modo de vida sencillo en el que cada momento fuese motivante por si mismo.

Nadie puede enseñarnos la clave de la motivación y nadie puede motivarnos si no estamos dispuestos a ello.  Estoy segura de que el éxito, ya sea personal, laboral, social... esconde tras de sí un individuo motivado capaz de mover mar y montaña para abrirse paso en la jungla de la vida.

La motivación nace de un interés y ese interés puede ser algo presente desde el nacimiento o algo adquirido a través de la enseñanza, del aprendizaje, de las vivencias, creencias y/o experiencias, ahora bien, os planteo la siguiente pregunta: ¿el interés realmente nace o se hace?

El humano es un ser extraño que depende de la opinión de otros organismos de su misma especie para percibir y diseñar su propia forma de vivir e incluso de sentir. La vida no es un examen que pueda ser susceptible de copiar a otros que parecen sacar buena nota en esta materia. Lo que motiva a unos, no tiene por qué motivar a otros pero nos empeñamos en tratar de calcar la existencia de otros seres que están o que ya no están presentes sin darnos cuenta de que por ese camino las soluciones que obtendremos serán erróneas, de aquí nacen los sentimientos de fracaso, de desesperación, de desmotivación e incluso de sin-sentido vital que sin lugar a dudas llevan a la decadencia y no consecución de lo que llamamos éxito. Una persona será exitosa en la vida cuando ella así se considere.

Motivación y felicidad, para mi son sinónimos o al menos son vocablos que se dan la mano y son inseparables.

Deja de escuchar a los demás y escúchate a ti mismo, no te dejes llevar por opiniones ajenas y comienza a construir tu verdadero camino.

y para ti ¿qué es la motivación?

Soraya R. Oronoz

No hay comentarios:

Publicar un comentario